La cama, el motel, (el hotelucho), mis piernas cruzadas versificándote a lo Nin, purificándote a lo Pizarnik. Me gusta mirarte de reojo, ir desvistiéndote las canas lentas, fugarme con las líneas que me escribiste la noche de lluvia en la que tu mujer te dejó. Me gusta acariciarte, sentir la i como ilativo deslizándose brutamente hacia mi boca. Tu beso amparado en mi seno me convierte en las aguas dulces del mundo. Toda la lengua para nombrarte o hacerte el lenguaje. Todo el lenguaje para irme, como el verbo en el poema y penetrarte como la luz. Yo te nombro. Tenme aquí con tu escritura de tipografía imperfecta, A B I E R T A , tirítame por dentro, haz que me vuelva un sismo en tu lenguaje.
7 comentarios:
perfecto.
Me calentó.
super bueno
felicitaciones Carla!!
sin duda las palabras son la llave maestra a cualquier imaginario lector
buen fin de semana
Wooow, chica, hay que salir a la calle y pintarse en la piel aquella línea de las medias a la antigua, luego contratarse un macho, bien macho ( ta´difícil) que quieres que te diga.... Mmmm y que nos arranque la piel a puro goce.
Un abrazo grande, nos leemos
excelente texto...excelente..
Que lujo saber que entre tanta burrada y malversación de palabras, justito en el escritorio en diagonal, hay un desborde de talento. No sabía que se pudiera pintar tan bien con las letras. Creo que la sorpresa es una falta de respeto, pero algo parecido, admiración supongo... Te pasaste!
Anonimo:
Mil gracias por tu comentario.
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