Cuando caigo
Caigo
Caigo
El lenguaje es una enredadera en las fibras del agua,
me contorsiono buscando el fuego.
Destrozo el cuerpo silábico en el serpenteo;
el viento.
Me desgarro,
me deshojo
precipito la ebullición de los elementos.
Aguardo las profecías de la palabra,
los puntos sudorosos,
el origen incestuoso,
de este idioma que aguarda a los muertos.
De la tierra vienen los cuerpos saltando
como esclavos,
haciéndose trozos místicos de la lengua.
El poema aguarda
entre el duelo y los sonidos.
Caigo
Caigo
El lenguaje es una enredadera en las fibras del agua,
me contorsiono buscando el fuego.
Destrozo el cuerpo silábico en el serpenteo;
el viento.
Me desgarro,
me deshojo
precipito la ebullición de los elementos.
Aguardo las profecías de la palabra,
los puntos sudorosos,
el origen incestuoso,
de este idioma que aguarda a los muertos.
De la tierra vienen los cuerpos saltando
como esclavos,
haciéndose trozos místicos de la lengua.
El poema aguarda
entre el duelo y los sonidos.
1 comentario:
El misterio del poema despierta a la palabra... y aguarda
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