Muertas las piedras
bajo la noche
auscultan los vacíos de la tierra.
Tantas raíces en duelo por el aire
aguardando los sonidos de la estación silencio
compenetrando ríos mudos
y el cántico fugaz de la huida
en la noche
de los no cuerpos.
Vienen las piedras danzando
el luto de la demencia y los signos.
en las tumbas sigilosas del lenguaje.
Crepitan sentados los muertos,
en la liturgia del reconocimiento
de la materia original.
Y vienen las palabras
enredándose frías
mordiéndose en lo caliente,
haciéndose sombras entre las piedras
Mientras la noche medita sagrada
un sonido profundo al
abandono.
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